Pilas recargables

¿Qué es una pila recargable?

A diferencia de las pilas desechables, las recargables pueden recargarse y utilizarse varias veces. Las pilas recargables suelen utilizar tecnologías como el níquel-cadmio (NiCd), el níquel-hidruro metálico (NiMH) o el litio-ión (Li-ion). Estas tecnologías permiten que las pilas se sometan a un proceso de carga inversa que devuelve los reactivos químicos a su estado original, listos para suministrar energía una vez más.

Ventajas de las pilas recargables

Las pilas recargables tienen muchas ventajas:

• Pueden utilizarse y recargarse muchas veces, lo que las hace económicas y respetuosas con el medio ambiente a largo plazo. Reducen la cantidad de residuos que generan las pilas desechables;
• Suelen tener un voltaje más estable y una mayor capacidad que las pilas desechables, lo que les permite proporcionar una energía más constante y fiable durante más tiempo;
• Están disponibles en varios tamaños y formatos, lo que los hace adecuados para una amplia gama de aplicaciones, desde dispositivos electrónicos portátiles hasta vehículos eléctricos;
• Tienen un índice de autodescarga inferior al de las pilas desechables. Esto significa que conservan la carga durante más tiempo cuando no se utilizan.

Consejo: las pilas recargables necesitan un cargador adecuado para ser recargadas. Es importante seguir las recomendaciones del fabricante sobre los procedimientos de carga y no mezclarlas con pilas desechables.

¿Por qué no puedo recargar una pila normal?

Para empezar, la estructura interna de las pilas desechables no está diseñada para recargarse. Están pensadas para un solo uso y contienen reactivos químicos que se degradan rápidamente tras su utilización. Intentar recargarlas puede provocar reacciones químicas indeseables.

Además, recargar una batería normal puede suponer un riesgo para la seguridad. Estas baterías no están diseñadas para soportar altas corrientes de carga, lo que puede provocar sobrecalentamiento, fugas de sustancias químicas peligrosas o incluso incendios.

Aunque consiga recargar parcialmente una pila normal, su rendimiento y capacidad se reducirán considerablemente. Las pilas desechables simplemente no están diseñadas para recargarse, por lo que no pueden proporcionar la misma potencia ni la misma duración que una pila recargable adecuada.

¿Qué tipos de pilas recargables existen?

Pilas de níquel-cadmio (NiCd)

Las pilas de NiCd fueron las primeras pilas recargables que se comercializaron. Tienen una gran capacidad y pueden suministrar una alta corriente de descarga. Sin embargo, contienen cadmio, un metal tóxico, lo que limita su uso en algunos países por consideraciones medioambientales.

Pilas de níquel-hidruro metálico (NiMH)

Las pilas de NiMH tienen mayor capacidad que las de NiCd y no contienen cadmio. Suelen utilizarse como alternativa más ecológica a las pilas de NiCd. Las pilas NiMH ofrecen un buen rendimiento a un coste asequible y se utilizan habitualmente en dispositivos electrónicos de consumo como cámaras, teléfonos inalámbricos, videoconsolas portátiles, etc.

Pilas de iones de litio (Li-ion)

Las baterías de iones de litio ofrecen alta densidad energética, baja autodescarga y larga duración. Son ligeras y populares en dispositivos electrónicos portátiles como smartphones, tabletas, portátiles, cámaras digitales, etc.

Pilas de polímero de litio (Li-pol)

Las baterías Li-pol son una variante de las baterías Li-ion, pero utilizan un electrolito sólido o semisólido en lugar de un electrolito líquido. Esto permite una mayor flexibilidad en el diseño y el tamaño de la batería, lo que las hace adecuadas para aplicaciones en las que el espacio es limitado, como smartphones, tabletas y dispositivos portátiles.

Pilas de plomo-ácido

Baterías de plomo y ácidoLas baterías de plomo y ácido suelen utilizarse en vehículos de motor, sistemas de alimentación de emergencia y aplicaciones industriales. Tienen una buena capacidad de carga y una larga vida útil, pero son pesadas y requieren un mantenimiento regular.

Pilas de zinc-plata (Zn-Ag)

Las pilas de zinc-plata ofrecen alta potencia y baja autodescarga. Suelen utilizarse en aplicaciones que requieren una corriente de descarga elevada, como audífonos y dispositivos médicos.